domingo, 15 de agosto de 2010

Cerró los ojos

lo siento una vez mas, no nada constante y no creo que lo sea nunca gracias por aguantarme...


El pequeño de cabello corto y arremolinado giró la cabeza amagando algún tipo de expresión de dolor o alguna nueva especie de mueca desfigurada tratando de expresar al vacío el sentimiento de angustia y soledad, la sensación de final y de frío desde su aposento en una esquina de la habitación. No había nadie donde el miraba, no había nadie en ningún lugar ya. todos se habían ido, todos se habían olvidado de el, todo parecía dar igual porque a el resto no les importaba.
El joven balbuceó en un volumen exagerado para la categoría de balbuceo algo así como:"siento... siento la muerte donde debiera haber dolor, mis heridas lloran las lagrimas que deberían llorar mis ojos y mis venas parecen abrirse con la extraordinaria facilidad de un cuerpo cansado y exhausto que decidió no seguir luchando por mantenerse entero, ya parece que nada importa... y justo por eso estoy aquí... convirtiendo en polvo... porque nada importa."
Se esbozan charcos de aceite negro en el suelo, las gotas caían salpicando un dibujo con aspecto de mancha  que atigra el suelo con un estampado de puntos mientras inmediatamente después el grueso se extiende por encima dejando tan solo un espeso circulo negro cada vez mas extenso.

Sus ojos se cerraban lentamente y perdia el control de su cuerpo, notaba mejor que nunca cualquier cosa que pudieran captar sus otros sentidos: el aceite caliente manchando los cayos de sus pies, calentando el empeine y el talón, creciendo entre los dedos de los pies; notaba la turba espesa empapando su ropa; sentía como avanzaba produciendo un cosquilleo en el bello de los brazos y las piernas; casi podía oír como se secaba el cuando movía una extremidad empapada y como se resquebrajaba una vez seca.

y sus ojos seguían cerrándose cuando dejo de poder moverse por su voluntad y su brazo derecho que hasta entonces había estado apoyado sobre una pierna flexionada hacia el pecho con el talón acercándose al muslo, se lanzo al vacío y cayo dando botes en el suelo de azulejo. Luego de unos segundos le siguió la pierna y al rato por pura acción de la gravedad cayo el con el rostro chapoteando contra el negro aceite en el frío suelo de azulejo salpicando a la pared para dejar unas bonitas huellas que a su vez dejaron su estela como una firma personal de cada gota, aunque recordaba mas bien a un arañazo.

Y siguió cerrando los ojos sin quererlo, sin poderlo evitar siguió cerrando los ojos hasta que se sellaron y un  cansancio lo invadió hasta dejarlo inconsciente mientras se preguntaba redundantemente porque hoy su sangre parecía ese negro aceite.



devo admitir que este esta bastante mal escrito... y devo advertir que de estos mal escritos vereis unos cuantos.

lunes, 9 de agosto de 2010

Si solo fueran tus ojos

Bueno tal y como dije y predije no soy muy constante, realmente, nunca lo fui. pero, en fin, ahora por fin, después de mucho pensármelo os dejo un texto mío... ya sabéis, es corto y no tengo mucha idea de gramática y cosas de escritores de verdad pero, como dicen, esta escrito con el corazón.

Si solo fueran tus ojos.
Oh, como desearía que tan solo fuesen tus ojos…
Lo imploro para que comprendas que si tan solo estuviesen tus ojos, si estuviesen solos y flotando en el aire, igualmente te amaría aunque perdiese la razón.

Pero no, vivo amando muchas mas cosas, mas locuras que loco me vuelven… y ya no hablo de tus ojos, mas bien no hablo de ningún rasgo que tu puedas comprender, pues aunque no solo se trate de tus ojos; recuerdo todo lo demás y solo con el recuerdo me estremezco; me olvido de tus pestañas, del universo que ahonda en tus pupilas, del color que las rodea como un mar a una isla…
Y entonces caigo embelesado y recuerdo que una vez… al menos una vez pude recorrer aquellos lares, aquella cueva de tu corazón, al menos una vez…. 

Lo recuerdo bien pero jamas reconocí el oro que vi pues era inocente e idiota, no me daba cuenta de donde estaba aquello que de verdad amaba, quedaba confundido y seguía recto sin fijarme bien en la perfección de aquellas paredes. Te pido perdón por aquello, te pido disculpas por eso que te hice, y te las pediré una y otra vez mientras tenga sentido hacerlo.
Debo admitir que ademas nunca fui un gran espeleólogo y sobre piedras tan preciosas como las únicas no hay libros y no podía estudiarte y comprenderte por entonces.De esta forma pude ver aquel lugar y pase como si la plata fuese hierro o como si el diamante fuese vidrio… 
Y no recuerdo… sigo igual de idiota, y te dire que si una sola de aquellas rocas fuesen tan bellas como tu ojos… entonces… entonces debes saber que ya he sufrido las consecuencias. 

Y una vez mas nunca fueron tan solo tus ojos, ni tus labios ni tus manos ni tu piel nunca fue más cualquiera de esas cosas como lo es aquel oro. Y lo llamo oro por pura ignorancia, por pura idiotez debido a que solo conozco la existencia una cosa mas preciosos o mas escasa que el oro y esta vez solo puedo recordar tus ojos.